Mar de Vulcano
La obra evoca un flujo dinámico de energía y calor, con tonos amarillos y rojos que se mezclan en formas ondulantes y fluidas. Las líneas marrones aportan profundidad, mientras que el uso de tonos metálicos añade un toque de luminosidad. Inspirado en la fuerza de los elementos naturales, como la lava o el sol, el artista juega con el contraste entre movimiento y textura, invitando al espectador a sentir la intensidad y el dinamismo del fuego en constante transformación.

